Viajar a Australia es como llegar a una tierra imaginaria. Es tan lejos. Pero cuando estás y conoces el país y su gente, te das cuenta que está al lado del corazón.
Eso sí, no importa desde donde vayas. Es lejos. Muy lejos.
Ha pasado ya 2 años desde mi visita a Australia y me gustaría compartir mis impresiones y experiencias. Mis ojos, son los ojos de una latinoamericana que ha vivido en Europa y que no ha viajado poco.
Tengo que aclarar que esto no es una guía de viaje, sino mi visión del país y su cultura.
Hace muchos años que había ido a Asia. Un viaje de trabajo me llevó a Singapur. En esa oportunidad viajé desde Caracas y pensé que no llegaba nunca. Salí un día sábado y llegué el lunes por la mañana. Cuando viajé a Sydney, lo hice desde Barcelona, España. Fueron más de 30 horas de viaje. Llegué a Sydney un viernes por la noche pero la emoción de estar ahí me hizo olvidar el cansancio, y me fui directo a ver la Opera de Sydney.
Estar en Sydney es como un sueño hecho realidad. Siempre veía la clásica foto desde donde se ve a lo alto y en perspectiva la arquitectura particular de la Ópera. Llegar ahí y estar en medio de todo fue mágico. Creo que es uno de los paseos más emblemáticos del mundo. Hacía calor y había mucha humedad. Era febrero y había muchísima gente. Locales y turistas. ¡No me lo podía creer!
Me encantó. Resulta que Sydney siempre está llena de gente. Es una ciudad muy turística y cosmopolita. Durante el fin de semana, estuve caminando el centro de la ciudad, el famoso puente Sydney Harbor Bridge y conociendo la playa más famosa de todas: Bondi Beach. Pero sobretodo, disfrutando de todo eso con mi hermana y amigos. No sería sino semanas más tarde cuando tuve la oportunidad de probar más de cerca, el espíritu de la ciudad.
Aunque Australia es un país tan grande, está dividido en solo 6 regiones y 2 territorios:
- Australian Capital Territory (ACT)
- New South Wales (NSW)
- Northern Territory (NT)
- Queensland (QLD)
- South Australia.
- Tasmania – Hobart – A world apart.
- Victoria – Melbourne – Home of one of the world’s most liveable cities.
- Western Australia.
El grueso de mi estadía lo pasé en Canberra, la capital de Australia. Ubicada en la región de New South Wales, es conocida administrativamente como Australian Capital Territory o ACT.
Fue un shock porque llegar a Canberra desde Sydney es como llegar a otro país. Muy pequeña, sin tráfico, sin gente caminando por las calles, todo super ordenado, limpio y tranquilo. A mí me recordó los campos petroleros en donde viví en Venezuela cuando era niña.
Cuando conoces mejor la ciudad, descubres su encanto. Tiene una calidad de vida envidiable, excelente clima, buenos restaurantes, todo es cerca y de fácil acceso pero debes tener carro. En Canberra, el transporte público es escaso, incoveniente o inexistente.
Es la ciudad administrativa y gubernamental por excelencia pero tiene lugares emblemáticos para visitar. Lo que más impresiona es el lago Burley Griffin. Es un lago artificial enorme, donde es muy agradable dar paseos a pie, en bicicleta o inclusive en bote.
Lo siguiente impresionante en Canberra, es ver canguros libremente por los parques. Una vez cae la tarde y empieza a ocultarse el sol, los canguros salen de sus refugios y aparecen por miles por todas partes. Hay muchos y de todos los tamaños. Están habituados a la ciudad. La ciudad está habituados a ellos. De hecho, se utiliza muy poca iluminación por la noche para no pertubar su hábitat.
La ciudad está llena de monumentos y edificios importantes como el Parlamento (el antiguo y el moderno), la Galería Nacional y el Australian War Memorial. Pero mi zona de influencia estaba entre las zonas de Manuka y Kinsgton donde iba a la piscina, hacíamos las compras, íbamos de bares y restaurantes y disfrutábamos de deliciosos paseos.
Es muy importante aclarar que Australia es eminentemente un país anglosajón. Aunque encontrarás gente de diferentes países y cultura haciendo vida en Australia, es un país de cultura muy anglosajona. Con esto quiero decir que se los australianos suelen cenar a las 6 de la tarde y que después de las 8 ya no hay mucho más que hacer.